lunes, 30 de marzo de 2009
tarea 2: sistema de esquinas por simetría
Selección de uno de los sistemas identificados.
El sistema elegido fue el de simetría, al recoger ciertas esquinas que son principales y fundamentales para Valparaíso.
Dentro de las esquinas pertenecientes al sistema se encuentra Brasil con Bellavista.
Luego se hace un catástro en cada esquina sobre sus formas, eventos y programas.
domingo, 22 de marzo de 2009
avance de tarea corregida.
las unidades o criterios para analizar los componentes de cada situación son:
líneas directrices (aquellas líneas del suelo que están ahí para guiar nuestros pasos), colores (la diferencia entre el asfalto y las áreas verdes o pasto, es decir, dónde transitar, dónde hacer una pausa etc.) y las dimensiones (tamaño de las veredas o los pasos peatonales, de acuerdo a esto pueden lograrse aglomeraciones, dispersiones, intimidad, etc.)
esto es sólo la situación 1.
entrega viernes 19 marzo
miércoles, 18 de marzo de 2009
la arquitectura como comunicación: espacio y movimiento
Si los escritores pueden manipular la estructura de las historias del mismo modo en que pueden intercambiar vocabulario y gramática, ¿podremos los arquitectos hacer lo mismo? ¿Organizar el programa en una forma similar, objetiva, despojada, imaginativa?
Esto no es accidente. Al inicio de los años ochentas, la noción de programa era aun territorio prohibido. Las problemáticas programáticas eran rechazadas y consideradas sobras de una doctrina obsoleta del funcionalismo por aquellos que veían el programa como un mero pretexto para experimentaciones formales y estilísticas. Pocos se atrevieron a explorar la relación entre la elaboración formal y la invención de programas, entre la abstracción del pensamiento arquitectónico y la representación de eventos.
Esto no es accidente. La popular diseminación de imágenes arquitectónicas a través de llamativas reproducciones en revistas prontamente convirtió a la arquitectura en un pasivo objeto de contemplación o en pintura decorativa, en vez de en un lugar que confronta espacio y acción. Espacio y acción.
Esto no es accidente y la arquitectura no es ideológicamente neutra. Un fuerte levantamiento político, un renacer del pensamiento critico arquitectónico, y nuevos desarrollos en historia y teoría desencadenaron el fenómeno cuyas consecuencias aun no conmensuramos. Esta perdida de la inocencia generalizada tuvo como resultado una variedad de movimientos realizados por arquitectos acordes a sus ideas políticas o inclinaciones ideológicas.
Este fenómeno da lugar a nuevos discursos y proyectos. Esto no es accidente. Se propuso una oposición entre las problemáticas políticas y teóricas acerca de la ciudad y la sensibilidad del arte informado por fotografía, arte conceptual, y performance. Esta oposición entre un discurso verbal critico y uno visual sugiere que ambos son complementarios. Discurso verbal y discurso visual. Otros trabajos relacionados al análisis crítico de la vida urbana eran generalmente análisis escritos. Se hacían libros, se editaban, diseñaban, imprimían y publicaban por unidad; por tanto, “las palabras de la arquitectura se hacían el trabajo de la arquitectura”. El rol del texto es fundamental en cuanto destaca algunos aspectos de la complementación de eventos y espacios. Calvino, Kafka, Allan Poe. Exploraciones acerca de intrincaciones del lenguaje y la naturaleza del espacio. El despliegue de eventos en un contexto literario sugería inevitablemente paralelos para el despliegue de eventos en la arquitectura. Contexto literario, arquitectura.
Esto no es accidente. Si los escritores pueden manipular la estructura de las historias del mismo modo en que pueden intercambiar vocabulario y gramática, ¿podremos los arquitectos hacer lo mismo? ¿Podremos hacer lo mismo en términos de las actividades que ocurren dentro de estas paredes?
Organizaciones de espacio convencionales pueden calzar con el más surrealista y absurdo número de actividades. O viceversa: las más intrincadas y perversas organizaciones espaciales pueden acomodar la vida domestica de una familia cualquiera. Disyunción entre forma esperada y uso esperado.
Concientemente propusimos programas imposibles de ser acogidos en los lugares que los acogerían: un estadio en el Soho, una prisión cerca de Wardour Street, un salón de baile en el patio de una iglesia. Al mismo tiempo, temas relativos a las notaciones se hicieron fundamentales: si la lectura de la arquitectura iba a incluir los eventos que allí acontecían, era necesario diseñar modos de notar tales actividades, era necesario mapear el movimiento, el real movimiento de los cuerpos en el espacio. El lenguaje de la arquitectura y el de las paredes son complementarios. La arquitectura se convierte en el discurso de eventos tanto como en el discurso de espacios y el arquitecto debe crear un shock si la intención de la arquitectura es comunicar.
La arquitectura ya no es un telón de fondo para las acciones, trasformándose en la acción misma. Y esto no es un accidente.
Si los escritores pueden manipular la estructura de las historias del mismo modo en que pueden intercambiar vocabulario y gramática, ¿podremos los arquitectos hacer lo mismo?
lunes, 16 de marzo de 2009
de tschumi y de mí
Para analizar la arquitectura es necesario, más allá del estilo y la forma, enfocarse en el fondo, en el programa, en la historia y el contexto, en el espacio en sí y en los fenómenos que en él ocurren.
La abstracción del pensamiento arquitectónico y la representación de los eventos son lo que dan cuna a esta manera de hacer y entender la arquitectura, comprender que es una traducción o una interfase entre el espacio y el ser humano, es decir, la interacción entre ambos, su relación recíproca.
El problema nace cuando la arquitectura se masifica en forma de imagen mediante las revistas, y así la sociedad la comprende como un ente/ objeto, algo que se mira y se aprecia, dejando de lado que la arquitectura es un fenómeno que se vive y se siente.
Como respuesta a este fenómeno de “arquitectura muerta” nace una generación de arquitectos que aun sigue en pie, la cual toma su escenario social y político, adopta una idea y la representa o manifiesta en la manera de hacer la arquitectura, ya que si entendemos que nace de la interacción entre el quehacer humano y el espacio, se comprende que las maneras y posibilidades de interacción cambian de acuerdo a los conceptos, costumbres y convicciones que cada persona ha adoptado durante su vida.
Así se fue tomando la arquitectura como algo que puede estar presente en cualquier individuo al relacionarse con algún aspecto humano, como lo es la literatura, por ejemplo, ya que a través de ésta se pueden describir una serie de situaciones y eventos, y algunos escritos devenían en una forma casi palpable, casi inevitable de pensar como algo tangible, representable, arquitectónico. Por eso se dice que el despliegue de eventos en un contexto literario sugiere paralelos para el despliegue de eventos en la arquitectura. Pero, ¿hasta qué punto esto puede suceder?
Si los escritores pueden manipular la estructura de las historias del mismo modo en que pueden intercambiar vocabulario y gramática, ¿podremos los arquitectos hacer lo mismo? ¿Organizar el programa en una forma similar, objetiva, despojada, imaginativa?
Si los arquitectos pudiéramos ocupar conscientemente ciertos instrumentos tales como la repetición, distorsión o yuxtaposición en la elaboración formal de las paredes, ¿podremos hacer lo mismo en términos de las actividades que ocurren dentro de estas paredes?
Esto podría llegar a distorsionar las actividades humanas a nuestro antojo.
Así podría establecerse un nuevo diccionario o mapa, un lenguaje que contuviera códigos de movimiento, habitabilidad, relaciones.
Así pasamos de la literatura a la arquitectura, de la arquitectura al dibujo como literatura nueva, traducida, la literatura del movimiento, de la interacción con el espacio.
La arquitectura debe dejar de ser entendida como la construcción de un escenario donde nuestras vidas se desarrollen; la arquitectura es la acción misma del ser, del habitar, del vivir.