martes, 26 de mayo de 2009

tarea 12 / declaración de intenciones

Cuando se inicia una etapa, es probablemente porque otra acaba de concluir. En este caso hemos terminado un momento de identificación de un lugar, una posterior observación y reconocimiento, para luego acabar siendo prácticamente dueños de una esquina en particular de una ciudad. Después de habernos adueñado de un lugar, es pertinente declarar qué pretendemos hacer con él, por lo tanto esto se transforma en una declaración de intenciones.
El primer paso es identificar cuáles son las potenciales del lugar, y cuando hablamos de potencialidades nos referimos a la capacidad o posibilidad que se tiene de manera innata para ejecutar algo. Por ejemplo, un hoyo tiene la potencialidad de ser un espacio en depresión y contenido, por lo que puede a futuro ser algo más que un hoyo.

Luego de una larga etapa de observación y análisis en la esquina donde se interceptan la avenida Brasil con la calle Bellavista y sus alrededores, se revelan una serie de potencialidades del lugar.
A modo de observación, he tomado en cuenta que las potencialidades no solamente surgen a raíz del lugar como forma, sino también como organización y lugar donde acontecen una serie de acciones y relaciones fruto de la interacción humana.

Como primera potencialidad tenemos que esta esquina es un sitio de alta densidad poblacional, lo cual se traduce en aglomeración y diseminación, o bien tránsito y permanencia. Esta alta densidad poblacional es consecuencia directa de la presencia de programas imprescindibles para el desarrollo de la vida normal de cualquier habitante de la ciudad, como lo es un supermercado o una farmacia.
La aglomeración o permanencia se produce a causa de las unidades programáticas, que generalmente son del orden de la necesidad, por lo que mucha gente acude al mismo sitio y se produce un encuentro masivo, un tumulto.
La diseminación o tránsito es fruto de la aglomeración, ya que para que exista esta especie de “éxodo” necesitamos este grupo inicial de personas que acuden a un mismo sitio, pero luego se retiran con un destino que no es el mismo. Esto hace que la esquina sea un punto de encuentro y luego es un detonador de un flujo que es constante y recorre los alrededores y la ciudad.
Por lo tanto he aquí una primera pareja: aglomeración y diseminación.

También identificamos potencialidades que tienen relación a la forma y la organización.
Esta esquina permite que se generen los sucesos antes mencionados por una serie de factores, dentro de ellos la existencia de límites generados por edificios de grandes alturas, lo que va produciendo lugares más estrechos y también lugares bastante amplios.
Los límites que generan estrechez son aquellos que nacen de la intersección de una altura importante con otro límite, que puede ser una reja, bancas, quioscos, etc. La estrechez se puede relacionar con la aglomeración y al tránsito, es decir, cuando se produce que hay una gran cantidad de transeúntes caminando en un mismo espacio.
Los límites que generan amplitud son aquellos que enfrentan dos alturas significativas, pero están separadas por otra distancia significativa, dando la impresión de haber una gran planicie o vastedad.
La amplitud se puede relacionar con la permanencia y la diseminación, ya que en los lugares más amplios la gente se posa a descansar y a su vez, cuando la gente se dispersa, opta por aquellos lugares donde hay menos densidad humana, es decir, comienza un tránsito más pausado.
Sin quererlo, al relacionar las potencialidades, podemos empezar a hablar de cierta identificación de oportunidades.
Las oportunidades son sucesos que pueden ocurrir debido a cierta concordancia entre tiempo y lugar, por lo tanto, es una consecuencia o fruto de las potencialidades.

Si relacionamos, por ejemplo, aglomeración y tránsito, obtenemos una nueva situación que no tiene que ver con estos conceptos de forma independiente, sino que con el cruce de ambos.
Aglomeración y tránsito dan forma a la oportunidad de fluir, es decir existe un flujo, el cual puede ser constante o interrumpido, pero generan una corriente de transeúntes que van desde o hacia los lugares de programa y que son de primera necesidad.
Este flujo proviene de los lugares de residencia, convienen en las unidades programáticas, donde el flujo se vuelve más intenso, es decir, la aglomeración aumenta, y luego se diseminan hacia un destino desconocido, el cual puede ser lugar de recreación, trabajo o residencia.
El fluir de la mayoría está evidentemente relacionado con los límites, sobre todo con aquellos límites que denotan estrechez, ya que esto hace que el flujo humano esté direccionado y por ende ordenado, siga ciertos parámetros otorgados por la misma ciudad. Por esto, los lugares donde se observa un flujo muy denso, son precisamente aquellos que están conformados por una altura significativa (unos 10 metros) y otro límite menos relevante, en este caso una pequeña feria artesanal frente al supermercado. Es una especie de pasillo por donde la masa transita de manera natural.

En contraposición, está la relación de las potencialidades restantes.
Permanencia y diseminación da forma a la oportunidad de estar, es decir que se dan las condiciones para que la persona camine lentamente, de manera tranquila y con la posibilidad de sentarse a descansar, detenerse en su camino.
Esta estancia es producto de la retirada de la gente desde los lugares de programa. Hay un grupo que se retira hacia el paradero; éstos no tienen este tiempo de dispersión, pero sí de detención. El resto, aquel grupo humano que se retira caminando lentamente, o aquel grupo que pertenece a la tercera edad, se dirigen hacia otra dirección, con un ritmo mucho más pausado, con el factor tiempo un tanto más holgado. Pueden retirarse también a los lugares mencionados anteriormente, pero en este caso son personas que disponen de tiempo de ocio.
El detenerse está relacionado con otro tipo de límites. Esta vez las masas que se detienen o que van pausados tienden a dirigirse hacia lugares más amplios, donde poder moverse de manera más libre, donde no existe una corriente que sigue una determinada dirección ni velocidad, sino que más bien todos llevan la trayectoria que más les acomode y el ritmo calmado.
Estos límites estaban dados por la contraposición de alturas significativas, dejando el espacio entre ambas donde generalmente no ocurre mucho y de designan aquellos espacios como lugares de distención o esparcimiento, como plazas.
Ya no es un espacio como el del anterior, tipo pasillo, sino que, extrapolando a nivel de casa, vendría siendo una sala de estar, espacio amplio donde los habitantes descansan, conviven socialmente, se reúnen. Dentro de la casa es un núcleo, dentro de la esquina estudiada es también un núcleo, dentro de la ciudad es uno de varios núcleos que conforman un sistema de sitios de descanso dentro de la urbe.
Por las condiciones del lugar y la organización, las oportunidades son de fluir o de estar, transitar o detenerse.

Luego de haber identificado los potenciales y las oportunidades del sector, surge la necesidad de dar un paso adelante y preguntar ¿De qué sirve saber todo esto? Y es que probablemente no todo está dicho en cuanto a organización, estructura o acontecimientos.
El marco propositivo consiste en tomar todo lo anterior y sugerir qué podría hacer mejorar las situaciones que aquí acontecen.

Tomando en cuenta la situación de la aglomeración, el tránsito y la estrechez, sería óptimo que, al momento en que el transeúnte deba pasar por cierto lado de manera obligatoria, eso sea algo agradable, por lo tanto que este pasillo que se genera no sea tan espontáneo, sino que elaborar una especie de pasillo que cuente con las condiciones para hacer del transitar humano una instancia lo más agradable posible, dentro de momentos del día donde se vive de manera apresurada.
Aspectos que habría que considerar son las molestias climáticas, demasiado calor o demasiado frío, contemplando también las lluvias y vientos.
Además, diseñar una manera de separar esta vía de tránsito masivo con los demás sitios que están destinados al comercio artesanal y ambulante, y a las pausas en el mismo tránsito. También sebe seguir siendo un espacio abierto y luminoso, para que de esa forma el pasillo no se transforme en un peligro para la ciudad, sino que un beneficio, es decir, no debe servir de escondite, sino que de la sensación de protección o cobijo, pero no en exceso pues no se trata de permanecer.
Resumiendo, la propuesta es el diseño de una especie de pasillo abierto para optimizar tránsito, que sea capaz de aminorar las molestias del sol, de la lluvia y del viento, que sea bastante luminoso de día y de noche, que pueda contener a mucha gente sin generar aglomeración, para que de esta forma el transitar por este sitio, obligado para muchos, sea una instancia menos molesta y además contribuya a la organización de la esquina.

La siguiente propuesta debe responder a las condiciones de diseminación, permanencia, espacios amplios, y el estar. La oportunidad de estar es la que será aprovechada de mejor manera, ya que en el sector existen indicios de sitios donde sentarse a descansar, a mirar, a conversar, pero la idea es optimizar las condiciones que ya se nos han entregado.
Para hacer de este permanecer algo más grato, también debe haber un mayor manejo de la luz y la sombra, cuidando que también exista cierta protección ante las lluvias.
Puede haber también separaciones entre espacios que son para dar un paseo o para estar sentados, o también lugares donde se pueda establecer cierto tipo de comercio.
Además debe ser un espacio que tenga utilidad por las noches, así que debe contar con iluminación. Quizás habría que considerar el diseño de una especie de protección, para que así existan claras diferencias, entre las calles, los lugares de tránsito y este espacio abierto de distención y reunión.
Debe contar evidentemente con buenos accesos para todo tipo de personas, pensando que pueden llegar niños, ancianos, discapacitados y embarazadas, por ejemplo.
Concluyendo, todo parece indicar que la propuesta es la creación o más bien optimización de un espacio público amplio, un paseo urbano, donde se combinen las posibilidades de permanecer y transitar lentamente, que acoja la diseminación desde las unidades programáticas y también la necesidad de recrearse y distenderse, descansar, es decir, la necesidad de un espacio abierto y amplio para optimizar la oportunidad de estar.
Finalmente, luego de proponer, se debe proceder a enumerar las acciones que tomar en coherencia con todo lo anteriormente mencionado.

Si proponemos crear una especie de pasillo abierto para optimizar el tránsito, estamos enfocándonos en la zona entre el supermercado y la feria artesanal, sitio por donde circula mayor cantidad de gente.
Concretamente, la acción podría ser una cubierta que a su vez cumpliera el rol de dirigir un paseo peatonal.
Así se organiza mejor el espacio, se tendría que desplazar la feria artesanal para dar prioridad a la masa de peatones que durante todo el día y sobre todo en horas tope, colapsa el lugar.
La cubierta debe tener las condiciones explicitadas en las proposiciones, es decir iluminación, control de temperaturas, espacio abierto y que permite una fluida circulación.
El público objetivo para esta acción es el trabajador en general y los estudiantes, quienes deben transitar por este sitio de manera obligatoria.

La creación del espacio abierto para optimizar el estar, claramente está seguido de la acción del diseño de una plaza o parque, pero que cuente con espacios evidentemente destinados a diferentes actividades; es decir, momentos de quietud que estarán explicitados con bancas y arboles que otorgan sombra, momentos aptos para el establecimiento de comercio explicitados mediante pequeños puestos, momentos de transitar lentamente manifestados mediante espacios donde no haya obstáculos, los cuales también pueden ser lugares donde los niños corran o jueguen, por lo que sería imprescindible establecer cierto tipo de protección, ya que no hay que olvidar que sería una plaza inserta en el centro de la ciudad. El público objetivo está conformado por la tercera edad y niños, poniendo énfasis en la población que dispone de tiempo de ocio.

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